SALA 10. LA MÚSICA EN VILLAFRANCA DE LOS BARROS |
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VILLAFRANCA CIUDAD DE LA MÚSICA
La música, en sus diferentes facetas, culta o popular, siempre ha estado presente en nuestra localidad, unida profundamente a su historia, dotándola, por ello, de una personalidad propia. A continuación, podrá contemplar un conjunto de instrumentos agrupados en dos categorías: Música Culta y Música Popular. Ambas manifestaciones, presentes en la vida de la localidad, se hallan abanderadas por dos insignes maestros: Pedro Cortés Gallardo y Pedro Bote.
MÚSICA CULTA. PEDRO CORTES GALLARDO
Nació en Villafranca en el seno de una familia acomodada. Se sintió atraído por la música desde muy temprana edad, abandonando por ella sus estudios de Derecho. Inició su formación con el Maestro de Capilla de la Catedral de Sevilla, Evaristo García Torres, recibiendo la influencia de Hilarión Eslava. Complementada su formación musical en Sevilla y ordenado sacerdote, regresó a Villafranca, donde ejerció como organista. Fue un destacado miembro de la ‘’Tertulia Literaria’’, en la que se hizo cargo de la sección de la música fue también profesor de música en el Colegio San José. Y además de ocuparse de la música litúrgica, arreglaba piezas musicales para conciertos domésticos en las casas acomodadas de Villafranca. Pedro Cortes Gallardo murió en Villafranca el 12 de septiembre de 1919.
MÚSICA POPULAR. PEDRO BOTE TORRES
Pedro Bote Torres nació en Almendralejo en 1868. En Badajoz, cumpliendo el servicio militar, recibió formación musical como miembro de la banda del Regimiento de Infantería de Castilla nº 16. En Villafranca Pedro Cortes Gallardo le introdujo en el mundo musical local. En 1894 reorganizó la banda de música a la que dio el nombre de ‘’Filarmónica’’. Consiguió ganarse la vida arreglando obras para conciertos domésticos y preparando estudiantinas y coros para diversos acontecimientos. Pedro Bote murió en Villafranca el 1 de octubre de 1930.
MÚSICA RELIGIOSA. SIGLOS XVI- XVIII
Las noticias más antiguas sobre la música de Villafranca se vinculan en la Parroquia del Valle y a la Ermita de la Coronada. Ambos templos contaban, al menos desde el siglo XVI, con sendos órganos, para los que el Concejo contrataba a un organista.
Los organistas recibían parte de su sueldo en tierras de labor. Estas se situaban en los denominados Cortinales del Órgano, espacio comprendido entre las actuales calles Hornachos, Gravina y Cardenal Cisneros, ésta última denominada también del Órgano, por dicho motivo.
A principios del siglo XVIII ambos templos renovaron sus órganos. Además, el Concejo contrató al maestro de niños Joseph Atrasmonte, virtuoso del arpa y otros instrumentos, y a Esteban Atienza, este último como maestro de música para la parroquia.
ESCENARIOS PARA LA MÚSICA CULTA. LA ZARZUELA Y EL SALÓN ALHAMBRA
En el Centro de Instrucción y Recreo se construyó, en 1890, un primer teatro. La compañía Dramática, Zarzuela y Baile, firmó un contrato para su explotación por tiempo indefinido.
El 20 de febrero de 1919 se inauguraba en el centro de nuevo teatro, denominado Salón Alhambra, nombre que refleja el auge que, en estos años, cobró la estética mudéjar. Durante las primeras décadas del siglo XX, el público pudo disfrutar de Zarzuelas, algunas de las realizadas en 1934 tenía fines benéficos.
El cine arrebató a la Zarzuela parte de su público. Sin embargo, en los años 50 y 60, la Zarzuela cobró nuevo vigor, gracias a la Agrupación Lírica de Villafranca, dirigida, sucesivamente por Juan de la Peña y Luis de Bernardi. Por estos años inicia su carrera Coronada Herrera, artista local de gran proyección internacional.
MÚSICA POPULAR
Documentos municipales de siglo XVIII revelan la existencia de música callejera durante las noches, causa de frecuente altercados y motivo por el que era prohibida. Algunos motes de la localidad, como el del ‘’Guitarra’’, indican la existencia de músicos populares sobre los que, desgraciadamente, no se conoce nada más.
LA BANDA DE MÚSICA
El origen de la banda de música, de gran tradición y solera en Villafranca, es desconocido. En 1852, un local del antiguo convento de la Encarnación, era empleado como sala de música por una agrupación local. Posiblemente este el antecedente más antiguo de una banda.
En los años 60 se reconocen una Sociedad Filarmónica Recreativa. Pero es 1863 la fecha en la que está plenamente documentada la existencia de una banda de música, cuyo director era por entonces Juan Galindo, con quien la banda asistió a la coronación de Alfonso XII.
Con Pedro Bote al frente, desde 1894, la banda se conoció como ‘’La Filarmónica’’. Con el tiempo se convirtió en una de las principales atracciones de la vida lúdica local, instalándose en la plaza un kiosco para sus conciertos. El elevado grado de compromiso que Pedro Bote exigía a sus músicos, hacían de la banda una auténtica escuela de música para los más jóvenes. Esta tradición pedagógica continúa en la actualidad en la Escuela Municipal de Música, fundada en 1986.
LA MUSICA POPULAR TRAS PEDRO BOTE
A la muerte de Pedro Bote, se hizo cargo de la banda Juan Soler Pintor. Bajo su dirección la banda fue municipalizada durante la II República. En 1947 obtuvo, en Badajoz, el Primer Premio en la Fiesta de San Juan. A la muerte de Juan Soler se hizo cargo de ella Felipe Alfaro García. Tras él fue director Juan de la Peña, retomando después la dirección Felipe Alfaro García.
En la música popular cabe destacar a los Coros y Danzas Folklóricas, organizados por la sección femenina de Falange, cuyo objetivo era la recuperación del acervo cultural folklórico.
En las últimas décadas la música folklórica en Villafranca ha sido promovida por personas como el Padre Emilio Blas de la Rosa, SJ y grupos como Moncovil, que dirige las Escuelas Municipales de folklore.
En la actualidad la música popular de Villafranca se halla representada por instituciones tales como la Coral Santa Cecilia, con diversos premios a nivel nacional e internacional. Dicha agrupación recoge la tradición de la Coral homónima existente en las décadas de los años 20 y 30, que también estuvo dirigida por Pedro Bote en los últimos años de su vida. Además, la Banda Municipal de Música perpetúa la música de banda en Villafranca, enriquecida por la aportación de la Banda de Cornetas y Tambores Virgen del Pilar.
ESPACIOS PARA LA MÚSICA. EL FLAMENCO DE TABERNAS
Las actuaciones contratadas en las sociedades recreativas, así como los espectáculos ambulantes, fomentaron la afición local por el flamenco. A través de este arte austero la gente sencilla expresaba su forma de sentir. El flamenco tenía su esencial ideal en las tabernas de la localidad, como La Taberna de García, verdadero templo de este cante. En ellas los aficionados se reunían y, cuando alguien cantaba, la taberna permanecía en silencio, ya que molestar al ‘’cantaor’’ se consideraba una grave ofensa que, en ocasiones, daba lugar a serios altercados.
La radio permitió ampliar el repertorio de los ‘’cantaores’’ locales, aprendiendo así diferentes palos. Entre los artistas locales cabe destacar Eloy Cestero en flamenco, quien se acompañaba de una guitarra, y a su hermano Diego Cestero, que tomo el nombre artístico de Iván de Castro, en la copla. Pepe Marchena estuvo muy vinculado a Villafranca, que le acogió en los duros años de su adolescencia.